Sunday, March 16

Rissaga.


Apenas recuerdo nada de aquel largo y estrecho, cual ría, puerto. Tan sólo vagas imágenes de horas pasadas esperando que el barco llegara, atracara y volviéramos. Entre tanto, los paseos por el muelle, la rissaga, las callejuelas estrechas y la brisa llenaban todas las aspiraciones que le pudieran quedar a un viaje por terminar.

Y, sin embargo, a pesar de todo, te amé como un estúpido - porque no se puede amar de otra forma - y decidí que allí quería terminar mis días. Aunque yo, poco convencido de mis promesas, tampoco esperaba incumplirla de una manera tan flagrante. Apenas dos días más tarde deseché la idea inicial y me olvidé de Ciutadella. Supongo que dejé de quererte - tanto - cuando conocí a la otra, a Maó.


3 comments:

LoOla said...

Amar como estúpidos, sufrir como idiotas.

Besos brujos!-

distante.espejo said...

ciutadella, bueno, ya sabes que menorca enamora. aunque ya sabes, sólo es una isla.

Anonymous said...

Mi foto... Mi hermana se quedó en Alcudia sin poder zarpar por culpa de una de las rissagas de Ciutadella
BAh por añadir un dato...