Wednesday, May 13

Estiu, tardor, hivern.

Aquel día, después del café de media tarde, me negué a escuchar las obviedades que me brindaban sus palabras y creí, empeciñado, que todavía no era demasiado tarde, que todo aquello ni se me escapaba de las manos ni lo había hecho nunca. Y, si no me atreví a decir que tampoco lo haría jamás, fue porque un poco de razón sí que conservaba.

Ni octubre ni noviembre fueron buenos meses. Pablo y Carmen hacía tiempo que se habían marchado y de ti apenas sabía nada desde mediados de septiembre. De aquel modo, fui pasando el otoño en un piso demasiado grande para un hombre y un gato. A pesar de mi orgullo, diciembre me obligó a renunciar y a olvidarme de mis palabras estivales.

Aquel enero, como casi todos los que nos habíamos negado a aceptar la realidad, acabé por marchar. Así, terminó cumpliéndose eso que Paz se atrevió a decir, que siempre ocurre que las cosas importantes pasan cuando hace mucho frío.


1 comment:

roque said...

En la polémica nos dicen

Nos dicen que somos antileninistas
anarquistas
bandoleros
extremistas
terroristas
antisociales
Porque asaltamos bancos de la burguesía
para expropiar fondos
indispensables para el trabajo revolucionario
de nuestra organización que crece
bajo todas las amenazas.

Nosotros respondemos desde el punto de vista
histórico
con el recuerdo de los muchos bancos que se asaltaron en Rusia
(y en otros países)
con las orientaciones o el beneplácito de Lenin.

Y desde el punto de vista teórico
respondemos con la pregunta
de Bertolt Brecht:
"¿Qué es el asalto a un banco
comparado con la fundación de un banco?"